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lunes, 31 de diciembre de 2012

POR ESO ERES EL SEÑOR


 Para comenzar el año retomo un artículo que apareció el pasado Viernes de Dolores en las páginas de cofradías en el periódico Huelva Información, en la columna La celosía de humo. Sea este primer artículo de mi blog en el primer día del nuevo año para Él, para Jesús Nazareno, para El Señor. Con él también os deseo a todos un muy feliz y venturoso año de 2013.

                                 
Cuando Huelva te llama El Señor, por algo debe ser. Cuando esta ciudad, tan cicatera para sus cosas, te nombra poniendo en sus labios voz de alabanza, por algo tiene que ser. Cuando lo hace con una legitimidad que certifica un cúmulo de razones que va más allá de la razón cofrade, y que el corazón sí entiende, alguna razón tiene que haber. 

Porque cuando la Semana Santa pase y la saeta se calle, y los tambores y las cornetas enmudezcan y la Semana Santa sea un lejano recuerdo, Tú seguirás siendo su referente devocional. Porque con los calores de agosto, lo mismo que con los fríos de enero, incluso antes de que la Concepción abra sus puertas por la mañana, aún en noches cerradas de invierno, ya hay fieles esperando para desearte los buenos días con una oración. Por eso eres el Señor.

Porque no estás sujeto a parámetros y usos cofrades, porque no necesitas de nada más que de ti para ser lo que siempre has sido y no necesitas de nosotros más que la fe, porque estás muy por encima hasta de tu propia cofradía. Por eso eres el Señor.

Porque este título jamás escrito en documento alguno y que Huelva te otorga, es certificado y rubricado en el plebiscito devocional renovado  cada primer viernes de marzo con la tinta de los besos depositados en tu pie. Porque cuando los días del quinario presides el altar mayor de la parroquia, desde tu altura, ves desfilar a las gentes venidas de cualquier rincón de la ciudad para venerarte. Por eso eres el Señor.

Porque tu capilla es la discreta sala de audiencias donde recibes a diario los ruegos de tu pueblo, sus penas, sus alegrías, donde dispensas favores y confortas y consuelas, porque esa capilla es como un inmenso confesionario y Tú el mejor confidente, y porque la penitencia que impones en la conciencia de la gente es solo un ramo de claveles rojos. Por eso eres el Señor.

Porque cuando esta noche seas elevado a tu paso, como Moisés alzó la serpiente en el desierto, atraerás hacia ti todas las miradas y bendeciremos tu nombre sobre todo nombre y  la cuidad doblará ante ti la rodilla. Porque desde esta noche, una semana  será el patrón con la que Huelva medirá el tiempo hasta que llegue tu Viernes, como memoria de todos los viernes del año que se postra ante ti. Por eso eres el Señor.

Porque a pesar de la transgresión horaria de tu salida, cuando dan las cuatro, Huelva madruga por ti, trasnocha por ti y amanece contigo, porque nunca le importó el frío de la noche, ni  la humedad, ni el relente, para llevar sus cruces detrás de ti. Por eso eres el Señor. 

Porque cuando la noche se acabe y renazca la mañana, Huelva, como siempre, rodeará tu paso bendiciéndote y alabándote por la calle Marina, cuando vengas pisando tu sombra y el Sol amanezca por tu espalda, que de frente no se atreve, y traigas la luz a cuestas y tomes de nuevo el corazón de la ciudad al llegar a la Placeta. Será como cualquier Viernes Santo. Por eso Tú, Jesús Nazareno, eres el Señor, por eso eres y serás siempre el Señor.

jueves, 27 de diciembre de 2012

UNA MAGNA IMPROVISACIÓN


Vamos a hablar claro de una puñetera vez. Hay curas, pocos, pero con peso específico en nuestra diócesis, que no quieren que se haga el Santo Entierro Magno el Sábado Santo  para conmemorar el Año de la Fe, y algunos del Consejo del Presbiterio que ni en Viernes Santo ni en ningún otro día. Ni Santo Entierro Magno, ni nada donde intervengan las cofradías. Pero que ningún cofrade que lea esto se rasgue las vestiduras, o que se las rasgue si quiere, pero esto es lo que hay y no es para sorprenderse.

Porque si vamos a hablar claro, vamos también a ser sinceros. Muchos cofrades y mayormente los no cofrades verán pasar la magna procesión, si al final se hace, como si fueran aquellas impresionantes cabalgatas, tristemente desaparecidas como tantas otras cosas de Huelva, que Castro preparaba para las Colombinas, preciosas, coloristas; pero ya está. Veríamos pasar un incomparable espectáculo, sí; pero me da a mí que no se iba a producir una conversión en masa que "acolapsara de criaturitas", como diría Lopera, los solitarios confesionarios de nuestras poco frecuentadas parroquias. No creo que una sucesión de veintiún pasos, uno detrás de otro, sirva para que se acabe la sequía de vocaciones, ni que vaya a cambiar para mejor el creciente desapego de la sociedad por lo verdaderamente religioso.  

Pero estos que nos desprecian y ningunean deberían entender que esta procesión magna sería una forma de demostrar a los que desconfían de nosotros que las cofradías están en sintonía con la Iglesia, y más en los momentos importantes como es el caso de este Año de la Fe, y que nuestras sagradas  imágenes cumplirían aquí como en ningún otro momento su misión más importante, la de catequizar al Pueblo de Dios. Ellos que nos miran por encima del hombro (a veces, con motivo; en este caso no) pero que luego no son capaces de llenar sus iglesias ni en misas de domingos, alguna responsabilidad tendrán, digo yo, ¿o no?. Y encima se permiten el lujo de recelar del poder de convocatoria que,  por lo menos en las calles, tienen nuestras imágenes, que si supieran o quisieran aprovechar a lo mejor otro gallo cantaría en nuestra Semana Santa atrayendo hacia el seno de la Iglesia a quienes a lo mejor no se implican porque nadie les ha enseñado o les ha invitado a implicarse. Y que piensen qué sería, por ejemplo, de la procesión del Corpus si no fuera por las tan ignoradas cofradías, pues sencillamente que el Señor Sacramentado iría literalmente solo. ¿Es eso lo que queremos? Claro que a lo mejor por ellos ni se haría procesión de Corpus. Ellos solo muestran una mueca de agrado, y a duras penas, cuando inquieren a las cofradías a ser solidarias,  cuando las confunden con una ONG, y no son eso, no fueron fundadas para eso. No se dan cuenta de que pocas instituciones en la historia, y a pesar de nuestras muchas carencias,  han sido (y son) más fieles a la Iglesia y más dóciles a su Pastor que las cofradías. No nos valoran,  no nos tienen en cuenta. Y, por supuesto y como siempre, no se puede generalizar.

Los que seguís habitualmente este blog sabéis que no se caracteriza por ser crítico con la curia, todo lo contrario. Más de una vez se ha tachado de servilismo a la jerarquía y ultraconservador. Pero en este caso no puedo por menos que expresar mi perplejidad, o mi cabreo, como ustedes gusten, ante esta posible negativa de Palacio a celebrar en Huelva el tan traído y llevado Santo Entierro Magno en sábado, según se dice en los mentideros cofrades. Incomprensible máxime cuando en otras localidades de nuestra diócesis, como los casos de Almonte o Aracena sí se les ha aceptado. Es posible que en esta reticencia al sábado se esconda el temor de crear un precedente como nueva jornada procesional. Y ahí es donde debe entrar el Consejo para asegurar el blindaje del sábado para el futuro como día "no procesional", si eso es lo que se pretende, y si es que tiene que ser así. El Consejo se debe meter ahí y en otras cosas.

Porque ¿cómo es posible que todo un Consejo de Cofradías de la Semana Santa de Huelva se haya tirado a la piscina de la organización de este grandioso evento sin asegurarse antes de que debajo del trampolín estuviera aguardando el agua del respaldo del Consejo del Presbiterio, es decir, de la guardia pretoriana del Sr. Obispo? O pecan de cándidos o de lesa improvisación, que no sé qué será peor. Cabildos extraordinarios, contrato de bandas, aparte de las expectativas creadas y hasta las taquicardias de algún prioste, ¿para qué?, sin saberse desde un principio y con absoluta certeza el día exacto de la celebración del evento.

¿Que la celebración de la Magna es vital para conmemorar en Huelva el Año de la Fe? Pues sinceramente creo que no. Nuestra diócesis ha preparado una serie de actos que, de hecho, ya se están celebrando. Otra cosa es la participación que estén teniendo. ¿Que los cofrades no tenemos otra forma de manifestarnos en el Año de la Fe? Pues sí que las hay. Asistencia masiva a los cultos de regla, multitudinarias protestaciones de fe en la Función Principal. Tal como está el patio, con ir a misa los domingos bastaría. Pero hablamos de un año especial y una ocasión única para dar una grandiosa y unitaria muestra de fe alrededor de nuestras imágenes. Sería una pena desaprovecharla.

El día 14 de enero hay pleno del Consejo donde se supone que todo quedará visto para sentencia. Antes habrá una comida de fraternidad en la que la habilidad de un vicario se pondrá a prueba para enderezar las torcidas voluntades de algunos compañeros. O esto, o lo único "Magno" que vamos a poder celebrar , es poder tomarnos un cubata del coñac que lleva su mismo nombre, con Coca-Cola fresquita...mmmmmmmmmm, !qué rico!.

jueves, 20 de diciembre de 2012

A VECES LLEGAN CARTAS



Había oído hablar de ti, pero no te conocía. No sabía de tu proverbial belleza, pero la intuía. Tampoco sé qué suave céfiro impulsó mi nave trayéndome desde la orilla de la mar de Huelva hasta la orilla del Viar, ese lazo de río que ciñe a Cantillana por la cintura. Ni sé qué misteriosa voz me llamó para que una tarde de septiembre, azul y oro, acudiera a tu llamada. Y no tengo memoria de lo que sentí la primera vez que me postré ante tus plantas, Divina Pastora de mi alma. El caso es que ya desde entonces y para siempre quedé preso en el redil de tu hermosura. Puede que mi devoción a Jesús Nazareno, Señor de Huelva, me sirviera de aval para que el Nazareno de Cantillana, Señor de los Pescadores, me tendiera sus providenciales redes para que desde aquel día quedara enredado en el celestial resplandor de tu rostro.

Por eso cuando puntualmente en este tiempo de esperanza, como un precioso heraldo de la Navidad, recibo la tarjeta de felicitación de la Hermandad, de mi hermandad de la Divina Pastora y contemplo la imagen de la Virgen o  la del Divino Pastorcito que la ilustra, me alumbra una sonrisa  recordando los momentos vividos junto a Ella desde que una tarde de mayo, víspera de la fiesta de la Madre del Buen Pastor, puse casi temblando mi mano derecha sobre los Evangelios y juré "combatir por tu Gloria hasta triunfar" el día que ingresé como miembro en el Redil Eucarístico de la Divina Pastora de Cantillana.

Y es que a poco que agite mi memoria te veo pasar camino de la Plaza del Llano, sin el cayado en tu mano, la que sostiene la medalla de la villa, para que tu pueblo depositara en ella uno nuevo de oro y pedrería con el que pastorear tu rebaño en el tercer aniversario de tu advocación en aquel grandioso altar, efímero, sí; pero que permanece inalterable en nuestra memoria colectiva.

Te veo cruzando el río una radiante mañana, llueva, truene o luzca el sol, (siempre que vayas de romería la mañana será radiante), aquella vez que ibas  bajo templete a hombros de la fe pastoreña, o como siempre en tu carroza de plata camino de la aldea que lleva tu bendito nombre, allá por Los Pajares, donde hay una ermita en cuya espadaña brilla un retablo de azulejos con tu imagen. Esa imagen es para mí el faro que anuncia, cuando vengo de mi tierra, que el fin de mi camino se acerca y que piso ya la tierra prometida de Cantillana, reino y señorío de la Pastora Divina.

Revivo el último aliento de agosto, con la banda sonora del Himno Pastoreño,  y miro como vas alzándote por la ladera de un risco hasta quedar entronizada a la sombra de un rosal, en ese trono único y distinto que Cantillana eleva para su reina cada nuevo septiembre, que nunca luce más la parroquia ni parece tan grandiosa como cuando tú, Señora, la presides desde tu altura.

Y siento el calor del gentío como si estuviera delante de tu paso el día ocho, el día más grande del año, cuando "nos arrastras en marcha triunfal", como un delirio de nardos saliendo de la iglesia o como un abrazo largo y apretado en la estrechez encalada del  callejón de Josefa la del Caco, y siento cómo "nuestros pechos estallan de alegría" al contestar un ¡¡¡viva el orgullo de ser pastoreño!!! Fluye en mi interior un arroyo mudo de lágrimas cálidas al recordar cómo el Padre Álvaro te retira el sombrero descubriéndonos la nobleza de tu frente y haciendo que  comprenda y me aprenda para siempre y de memoria las dos leyes de un mismo concepto: la belleza de tu rostro con sombrero y la hermosura de tu rostro sin sombrero.

Y entreveo colgaduras en los balcones, y un celaje de banderitas, como un palio rojo y gualda que cubre toda la villa,  y arcos de papel picado, y una bóveda casi de catedral en mitad de tu calle de Martín Rey, y un revuelo de peinas y mantillas  en el rosario de gala, y al Santísimo Sacramento por una plaza entre naranjos en el último día de novena, y hasta resuena en mis oídos el canto de la Despedida.

Aunque hay algo, Pastora querida, que aún no tuve la dicha de alcanzar. Y es besar tu mano, ni al regresar de la romería, ni tu domingo de mayo. Esa mano con la que acaricias a tu oveja fiel. Cosas de la distancia, pero  que en ningún caso es el olvido, puesto que no hay ni un solo día que no te tenga presente, ni que te lleves una mirada o una salve en alguna imagen tuya, sea en el altar que tienes en mi casa, o en la del cartel que anuncia tus Fiestas Mayores colgado en la pared mi trabajo.

Por eso, como dice la canción, "a veces llegan cartas con olor a rosas llenas de esperanza; a veces llegan cartas que te dan la vida, que te dan la calma". Como la que cada tiempo de Adviento, puntualmente, me llega desde Cantillana con la imagen de una Pastora coronada de estrellas que me da la vida y que me da la calma, de esa imagen que siendo "siempre la misma" renueva cada día, al alza, la finura de sus perfiles en la grandeza de su imagen perfecta, "espejo de  justicia y de candor" donde se refleja la belleza de Dios y el amor de Cantillana por su Dueña.

Y es que este simple detalle de recibir una tarjeta con la imagen de la Madre de Dios,  Divina Pastora de las Almas, forma también parte de mi Navidad con la evocación de esos instantes vividos tan intensamente que quedan prendidos para siempre entre los pliegues de la memoria, que recordar es vivirlos dos veces, o cientos de veces a lo largo del año.

Con la imagen de la  Pastora Divina me felicitan la Navidad. Con ella quiero desearos a todos los lectores de este blog, especialmente a los pastoreños de buen corazón, y a los que sin saberlo también lo son, unas muy felices Pascuas de la Navidad y un venturoso 2013. ¡¡¡ Viva la Divina Pastora !!! ¡¡¡ Viva la Pastora Divina!!! ¡¡¡Viva nuestra Pastora Divina!!!

jueves, 13 de diciembre de 2012

UN SEÑOR DE SEVILLA


En realidad casi no lo conozco. He hablado con él una sola vez, cuando fuimos presentados por el amigo de unos amigos. Luego, un saludo por la calle esperando el paso de alguna cofradía y poco más.
Pero aquella cordial conversación fue suficiente para confirmar lo que ya sospechaba de él y que los hechos corroboraron más tarde, que D. Enrique Esquivias de la Cruz ha sido hasta ayer mismo un excepcional hermano mayor para la hermandad de Ntro. P. Jesús del Gran Poder de Sevilla, o al menos desde la distancia así lo percibo yo.
Pero no lo digo solo yo. Hasta la prensa de todo tipo (morada o no, que ya es difícil) no ha dudado en calificar estos años de su legislatura como la "Era Esquivias". Y eso que no tiene que ser nada fácil estar al frente de una corporación de estas características, donde confluyen tantas sensibilidades, supongo que tantos pareceres y estoy seguro que tantos y tantos desvelos, al tratarse de esta tan universal devoción donde muchas cofradías se miran, o debiéramos mirarnos.
El hasta ahora hermano mayor no le ha faltado ocasiones para demostrar su sobrada capacidad de gestionar, ha hecho mucho y todo lo ha hecho bien. Y le ha tocado lidiar situaciones, cuanto menos, delicadas.
De todos los que ha cosechado, sin duda el acierto de los aciertos ha sido el resultado de la más que necesaria y justificada restauración de la imagen del Señor, valiente y al parecer definitiva, devolviéndonos el rostro del "Divino Leproso" suavizado en sus llagas, en las señales del tiempo, desvaneciéndose  en la memoria el carbón de siglos con el que el "Cisquero de San Lorenzo" nos ocultaba su rostro, el rostro de Dios en la Tierra.
Remozó la basílica, primer templo de peregrinación en Sevilla, dignificando la morada del Gran Poder. Acertó incluso a la hora de elegir el templo donde recibirían culto provisionalmente las imágenes de la hermandad mientras duraran las obras de su sede. ¿Habría templos? ¿Qué puertas no se le abrirían al Gran Poder? Pero mira por dónde fue a poner su altar en la iglesia de un convento, el de Santa Rosalía, donde la mano generosa de " El que todo lo puede" aliviaría alguna necesidad de la muy humilde comunidad de Clarisas, Franciscanas Capuchinas.
Consiguió en su momento, sin convulsiones, como fruta madurada a su debido tiempo, que las hermanas se incorporaran al anonimato del ruán, entremezcladas con las mujeres que empapadas en lágrimas de cera tiniebla (y de las de verdad) siguen presurosas en la Madrugada la imponente zancada de su Dueño.
Se atrevió sin complejos puristas a mostrarnos en la calle al Gran Poder como si Juan de Mesa hubiera vuelto para acabar de tallarle una túnica de cardos a su portentosa imagen.
Ha devuelto su primitivo esplendor al paso sobre el que camina El Señor al encuentro de su ciudad partiendo en dos la Madrugada de silencios y plegarias, y de plegarias en silencio. Y para que nada le faltara, para poner  definitivamente a prueba a un hermano mayor y a su junta de gobierno, un demente perpetra aquella salvaje atrocidad sobre la sagrada imagen del Gran Poder que puso una vez más de manifiesto la capacidad de reacción de este excepcional cofrade. No hubo herejes, ni iconoclastia , ni memoria nostálgicas del treinta y seis, ni actitudes inquisitoriales, ni grandielocuentes declaraciones enardecidas de fervor católico, ningún exabrupto...Supo diluir, desactivar lo que en manos de cualquier exaltado hubiera provocado efectos de indeseadas consecuencias. Solo templanza, perdón por las ofensas y confianza en la justicia. Más en la Divina que en la otra.
Y volvió a dar una aleccionadora muestra de lo que deben ser las cofradías en la Iglesia (siempre fidelidad al Pastor), no ya al aceptar, sino al estar dispuesto a ofrecer la participación  (si así era requerida) de la imagen del Gran Poder para el Via+Crucis del Año de la Fe con trece imágenes más, cuando Él solo sería capaz de congregar a los mismos o más fieles (he dicho fieles, no a gente) que las otras imágenes juntas, aceptando además ir en paso procesional cuando el deseo de la hermandad era que fuese en andas. Pero así se sirve a la Iglesia, como la Iglesia quiere ser servida, sin intereses particulares.
En estos tiempos en los que muchos llegan a hermano mayor sin conocer en profundidad a sus propias cofradías, imponiendo tradiciones de hace un cuarto de hora y desestimando la de siglos; cuando tantos prometen en tiempo de elecciones y en la toma de posesión cultos, caridad y formación, lo que luego se traduce en barras de bar en las casas de hermandad y en la organización de actos escasamente religiosos, D. Enrique Esquivias dejó que el propio Señor trazara la hoja de ruta en su tiempo de mandato, sin proyectos de relumbrón de cara a la galería, conservando, aumentando y proyectando, con el mayor de los respetos, lo que la devoción, el tiempo y Sevilla han ido forjando en torno a la imagen del Señor del Gran Poder. Así de fácil; así de complicado. Solo gestionar y resolver con acierto. Ahí es nada. Sencillamente lo que hasta ayer mismo ha sabido hacer un señor de Sevilla, como hermano mayor de la hermandad del Señor de Sevilla.
 Bien me gustaría tener ocasión de escribir muchos artículos así. Pero me temo que no se presentan demasiadas ocasiones como estas. Aunque nunca pierdo la esperanza.

jueves, 6 de diciembre de 2012

ESA INMACULADA TAN NIÑA



"Si la palmera pudiera
   volverse tan niña, niña,
    como cuando era una niña
   con cintura de palmera
     para que el Niño la viera"


Cada vez que leo este sencillo poema de Gerardo Diego, este sencillo villancico, tan infantil, tan ingenuo, la memoria siempre me devuelve la imagen procesional de la Inmaculada Concepción de María de la parroquia de la Purísima Concepción de Huelva. Y no sé por qué. O a lo mejor, sí que lo sé.

Porque esta bendita imagen es como una palma "alta y encumbrada que hasta el cielo llega con su gran poder", según la voz ancestral de unos campanilleros. Porque es "tan niña, tan niña" y tan fina, tan fina, que el breve aro de una pulsera podría abarcar el tesoro preservado de su cintura, sucinto y precioso sagrario en barbecho donde con el tiempo se haría carne el Divino Verbo, y realidad los Decretos del Eterno para que así habitara entre nosotros.

Es esta sagrada imagen reflejo de la inocencia que ruboriza sus mejillas, entre el temblor de sus zarcillos, al sentirse aclamada en su pureza, en la que todo un Dios se recrea.

Desde su altura de palma dorada e inalcanzable nos mira con el gesto de divina altivez de quien se sabe la elegida por Dios, la privilegiada, la preferida del Padre, la que cada ocho de diciembre viene derramando su Gracia desde el trono de su paso entre los repliegues celeste y oro,  cielo y sol, de su manto, arrullada por la música más sublime entre el aroma de las rosas que la adornan; y encarnando, en imagen tan frágil y menuda, la grandeza de todo un Dogma de fe. Esta sencilla doncella es, además, imagen reflejada de su propia hermandad, tan nueva, tan joven, tan niña..... Y tan grande al mismo tiempo.

Y es que esta hermandad, a pesar, o mejor dicho, gracias a su juventud y sin ningún tipo de complejos heredados, ha sabido reverdecer una devoción, en su tiempo de velo negro, rosario y misal en la penumbra del templo, en una epifanía celeste a plena luz, sacándola a la calle. Han renovado y puesto al día el fervor inmaculista, quizás un tanto empañado su brillo con el paso los años. Han actualizado con vigor el valor de las hermandades de gloria ( que no todo va a ser Semana Santa).

Han bruñido dándole nuevo brillo al acero de la espada y han alimentado con nueva luz la llama del cirio que acompaña en la memoria a la bandera blanca de un voto que la ciudad de Huelva juró defender, esta Huelva que adelantándose en el tiempo quiso, supo y pudo levantar, hace ya casi quinientos años, el primer templo en el Mundo dedicado al glorioso y gozoso misterio de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora, antes, mucho antes que fuera declarado Dogma de Fe. Herederos de aquellos devotos de la Virgen María es ahora esta hermandad de la Inmaculada y Triunfo de Cristo.

Y eso que su hermandad es tan joven. Y eso que su imagen titular es tan niña, tan niña, como quería volverse la palmera en el poema de Gerardo Diego.


jueves, 29 de noviembre de 2012

MISCELÁNEA COFRADE


Me lo he pensado mucho, muchísimo. Me he replanteado seriamente si merece o no la pena volver a activar este blog; porque para granjearse enemigos y que te retiren el saludo por la calle, siempre hay tiempo.

Y es que parece que nadie lee ni quiere tener en cuenta lo que está escrito desde el primer artículo en la cabecera del blog, donde digo que lo que aquí escribo con mi nombre y sin esconderme detrás de ningún pseudónimo, son opiniones personales, pensamientos hechos en voz alta sin ánimo de molestar ni aleccionar a nadie, ni de ser, Dios nos ampare, modelo de nada, ni referente moral ni cofrade.

Pero al final, y como no tengo remedio, vuelvo a las andadas reabriendo este muro en el que más personas de las que yo creía compartimos lamentos, unos idénticos, otros disconformes (Dios y la Constitución del 78 nos libre del pensamiento único), pero pienso que coincidimos en lo esencial. Tanto que hasta he llegado a pensar que no todo está perdido.

Con estas reflexiones, empezamos con un artículo con título engañoso, debajo de este sugerente y poético encabezamiento de Miscelánea Cofrade se esconde un refrito variado, muy del gusto culinario cofrade, una olla podrida, un salpicón deconstruido con el marisco en mal estado de algunos hechos que nuevamente deja al descubierto nuestra especial, por no decir difícil, tortuosa y autodestructiva forma de ser. Vamos allá.

Al primer tapón, zurrapa.

Parece que la novelería, la murmuración (malediciente o no) va en los genes cofrades. Nada hay que nos guste más que dar una novedad, una primicia. Lo digo porque en el breve tiempo que media entre las elecciones del Consejo y antes de la toma de posesión de su nueva junta ya sabíamos el nombre del pregonero y la imagen del Vía +Crucis (el nombre del cartelista, a lo que se ve, no interesa tanto).

Haría bien Toni, a quien profeso un sincero afecto (creo que correspondido) y sus recién estrenados consejeros, en cuidarse de los Idus de Noviembre, porque como en otros sitios las filtraciones las carga el diablo, y cuando se trata de la elección del pregonero vuelan las navajas como las que le asestaron a César, aunque fuera en marzo.

Al primer descorche de la nueva junta del Consejo, la zurrapa de saberse el nombre del pregonero y la imagen del Vía+Crucis antes incluso de ser propuestos por los hermanos mayores. Supongo que habrán sido los nuevos amigos de toda la vida que de un día a otro le habrá salido al Presidente y ese denodado afán que tenemos de ser el primero en dar una noticia.

Dicen que los gitanos no quieren buenos comienzos. Y comienzos como estos, ni los Gitanos, ni el Gran Poder, ni la Macarena.

De la Hispalifobia, a la Hispalofilia.

¿No habíamos quedado en que a los que nos gusta la Semana Santa de Sevilla y vamos a ver sus cofradías éramos malísimos, que no queremos a nuestras hermandades, ni a Huelva, ni a Dios ni a la Patria ni al Rey? Entonces, ¿cómo es posible que hayan surgido tantos comentarios de cofrades onubenses sobre la idoneidad o no de las imágenes elegidas para el extraordinario Vía+Crucis que se prepara en la vecina capital? Que si faltan, que si sobra, que si están “repes” como los cromos de Vida y Color… Algunos levitaron y convulsionaron poniendo los ojos en blanco, llegando incluso al éxtasis, cuando supieron que las imágenes irían en sus pasos completos y no en parihuelas. Pero se desinflaron y volvieron a poner los pies el la tierra cuando se enteraron que saldrían sin música, ni siquiera de regreso a sus templos. ¡Qué se le va a hacer!

Pero lo peor es que mientras opinamos (y algunos hasta pontificamos) de allí, aquí seguimos en las mismas: abulia, apatía y esconder la cabeza debajo del ala mientras va pasando el Año de la Fe. Aunque esto merece un capítulo propio. Ya hablaremos.

Entre un buey y una mula….la demagogia.

Tomando prestada la opinión de un fiel lector de este muro, ojalá los cofrades sepamos reaccionar ante algo importante como lo hemos hecho ante una tontería semejante como esta del buey y la mula en los nacimientos. Con qué rapidez, qué capacidad de reflejos (para él los quisiera Casillas), qué inmediatez, qué disposición…para ridiculizar al Papa.

Que los medios de comunicación, tooodos, hagan y sigan haciendo mofa de lo que ellos dicen que ha dicho (o escrito) Su Santidad les va en el sueldo. Pero que los cofrades, muuuuchos, les hayamos hecho el caldo gordo , no me cuadra. Espero que se acuerden de estas estupideces que se han dicho de Benedicto XVI cuando dentro de nada empecemos a poner la manita sobre los Evangelios jurando defender al Sumo Pontífice, Vicario de Cristo en la Tierra y bla, bla, bla…¡Qué nos gusta arrearle a los curas en cuanto dicen que han dicho algo aunque luego cuando se lee el libro (cosa que nunca harán los que han malmetido contra el Papa) comprobemos que lo que dice es justamente lo contrario de lo que dicen que dijo!

Por cierto, hablando de la jerarquía, da gloria ver a los que en otro tiempo, no hace mucho, vituperaban  y abominaban de los curas , y criticaban a los que según ellos íbamos siempre pegados y escondidos en el fru-fru de las sotanas, verlos ahora bendecirlos, aclamarlos y agasajarlos. Mucho mejor así, ¿dónde va a parar? Arrepentidos los quiere Dios.

lunes, 20 de agosto de 2012

CATEDRÁTICOS DEL ROCÍO


Aparece este artículo a destiempo, interrumpiendo el periodo vacacional de este blog, como una salida extraordinaria. Y es que últimamente he oído y leído tantas sandeces sobre El Rocío que me ha hervido varias veces el agua del radiador, no me he podido resistir, y ahí lleváis un puñado de pensamientos y reflexiones. Y como siempre digo, sin ánimo de pontificar ni aleccionar a nadie. Y mucho menos ofender a quienes tienen todo el derecho a opinar libremente.

Resulta que en el sitio de Internet de un diácono de la Iglesia, al que admiro por sus conocimientos en liturgia y en otros muchos aspectos, como en el de la defensa de la tradición en las formas de nuestra Religión, se empezó opinando sobre el atuendo de pastora de la Santísima Virgen del Rocío, y degenerando degenerando se acabó calificando de animales a algunos almonteños (menos mal que ver que no fue a todos).
Pero vayamos por partes, como dijo Jack el destripador.

El atuendo con el que es ataviada a la Blanca Paloma, que “aunque no lleva alas” es llamada así por la representación del Espíritu Santo que lleva la Virgen en su palio, y tan unida a la celebración de Pentecostés, sea de pastora o de dama de viaje, ¿qué más dará?, casi siempre ha sido de tejido brocado, sobre todo en la saya, pero muy especialmente el manto, que si fuera uno de los bordados, cualesquiera de ellos, el de los Montpansier, el de los Apóstoles o el último de Santa Bárbara, sería imposible que las camaristas le hicieran ese peculiar recogido en el polisón tan propio en la vestimentas señoriales de la mujer de siglos pasados. Para dos o tres veces que ha ido con saya bordada, el siglo pasado en la inmensa mayoría de los traslados ha ido de tela brocada. Y así está en la memoria colectiva de los rocieros. ¿Qué con un diseño propio y más rico en el brocado sería mejor? Pues a lo mejor sí, pero no es para descalificar el vestido de este año. Ni el sombrero, que a veces es de encajes de oro, o de copa alta, con más o con menos flores, pero siempre bellísimos.

Hay quien para hacer daño, no parece que sea por otro motivo, saca a relucir sin venir a cuento el doloroso episodio de la rotura del varal del año pasado. Parece que no se acuerdan de haber visto, como yo, la caída de una bambalina en los palios de varias cofradías sevillanas de enjundia, o la rotura de un varal maestro y tener que seguir el recorrido levantando a pulso o como cuando se rompió la cruz al Cristo de la Carretería… Supongo que no sería queriendo, ¿no?

Se habla de las bofetadas delante de la Virgen, ciertamente lamentable. Pero en otras cofradías hay “bofetadas sin manos, y con ellas” (¿recordamos ciertas campañas electorales?) mucho más crueles que estas resultadas a lo mejor del nerviosismo de un momento, y que si no hubieran mil cámaras de televisión ahí ni nos hubiéramos enterado. Problema sin duda derivado de la universalidad del Rocío y del imán que tiene la Patrona de Almonte para los medios de comunicación, y que desde este año ha comenzado una recuperación en la forma de sacar a la Virgen que incluso ayer pudimos apreciar. No pretenderán que pongan vallas en todo el recorrido como en el de la Virgen de los Reyes, ¿no? Cuando las ponen es que a lo mejor temen algo, no creo que las pongan por gusto.

Pero lo que más perplejidad me ha causado es lo de calificar de animales a los que llevan sobre sus hombros (y en el corazón, que es mejor) a la Reina de las Marismas, a los almonteños en definitiva. Y me gustaría preguntarles a lo que esto opinan que qué les parecería si “los forasteros” fuéramos a organizarles a ellos sus cofradías, si les gustaría que la Esperanza de Triana pasara el puente con las chicotás como nosotros quisiéramos, o vistiéramos a la Virgen del Museo con otro tipo que no fuera su personalísimo tocado, o si opináramos que el original color “aguas” de su manto es una “trochería” (palabra netamente onubense) y que está descolorido. O pretendiéramos ponerle música a la maravilla caminante del Señor de Pasión, o decidiéramos el orden de paso por carrera oficial, que ahí, en La Campana sí que se ven animaladas (izquierdazos, retarasazos, entradas eternizadas con recitales musicales…) ¿Animales? Demasiado pacientes, mejor diría yo, ¿o no es de eterna paciencia que muchos rocieros copien hasta el color de las camisas, que tengan que aguantar en su propia casa que quieran disponer de lo que es de Almonte, que algunos les hagan la pelota de tal manera con tal de meterse bajo el paso que parecen más almonteños que ellos mismos, que da la sensación que algunos hubieran nacido en la sacristía de la ermita o detrás del cuarto de las velas. ¿Animales?, quizás ingenuos, permitiendo que algunas hermandades quieran ir de por libres, que su meta sea el camino, y no la Virgen, y que encima consientan a una renombrada hermandad una peregrinación extraordinaria con carroza y todo desde El Rocío hasta Almonte para celebrar una efemérides particular.

Que si no lleva ovejas no puede ser pastora; ¿borregas?¿Para qué? No le hace falta con la cantidad de cabritos que hay por ahí suelto.

¿Qué las personas encargadas del atuendo no son válidas? ¿Ustedes han visto a la Virgen de perfil esta mañana caminando? Parece que estuviera “viva” con el movimiento del pelo y el de la cinta izquierda del sombrero; o este año vestida para la romería con las flores de color coral y espigas, si la perfección existe la vi este año en la Virgen.

Y todo por una foto en color sepia. ¿Se imaginan ustedes ahora, por ejemplo, a la Esperanza Macarena vestida como lo hacía Gamero o el mismo Juan Manuel? ¿A que se vería desfasada?, ¿O que saliera otra vez bajo el palio de plata de Rull? El estilo de la de la Virgen “no puede volverse atrás , aunque los vientos se vuelvan”.

Hablamos del atuendo, pero nada decimos del Año Jubilar en Almonte. Como tantas veces los cofrades, enmarañándonos en lo superfluo y dejando que se disipe y se nos escape lo verdaderamente esencial: Que gracias a la Virgen almonteña podremos lucrarnos con las indulgencias que la Iglesia nos dispensa en el Año Jubilar Rociero.

Ganas de hablar. Y libres somos de opinar. Pero la Sagrada Imagen de la Virgen del Rocío, para mí, es un icono perfecto, sea de pastora, de dama de viaje,  o de reina. A lo mejor es por que es Patrona, Pastora y Reina de Almonte y del corazón de los rocieros de buena voluntad. REGINA RORIS, ORA PRO NOBIS, MISERI NOBIS.

jueves, 26 de julio de 2012

TRES MOMENTOS


El verano es también tiempo de Dios. Y es tiempo de María. Es más, siempre es tiempo de honrar a María. Y casi más que en mayo, el mes de Nuestra Señora por excelencia. Porque en verano la advocación de la Virgen que no celebramos en agosto la celebramos en septiembre.

 En este tiempo estival por toda España, y más concretamente en nuestra diócesis, se suceden las fiestas religiosas y populares en honor de multitud de bellísimos nombres que para nosotros los creyentes son como una escala de piropos a la Virgen que nos van acercando al cielo.

Nombres poéticos, teológicos, localistas, universales… Y todos profundamente queridos por sus pueblos. Remedios, Milagros, Montemayor, Angustias, Estrella, Socorro, Ángeles, Cala, Bella, Blanca, Clarines, Reposo, Mayor Dolor, Mercedes, Valle, Puerto, Granada, Virtudes, Fuente, Pino, Carmen, Luna, Luz, Prado, Flores…, puestos en nuestros labios son alabanzas a la Madre de Dios, Madre nuestra y de la Iglesia. Y así, año tras año.

Pero hay para mí cada verano dos momentos que aguardo con especial emoción, y devoción. Uno, el tercer domingo de agosto, cuando la imagen procesional de la Virgen de la Cinta, la Virgen Chiquita, desciende de su santuario de El Conquero buscando el corazón de la ciudad donde se encontrará con la probada devoción de los onubenses los días de la novena. Y otro, el último día del mes, cuando la Divina Pastora de Cantillana asciende a la cima del risco, al trono de su Gloria para presidirlo como reina asunta al cielo coronada de estrellas.

Pero este verano es especial, este año viviremos un momento de difícil definición, este mes de agosto la Virgen del Rocío, como cada siete años, irá a Almonte, apenas iniciado su Año Jubilar, pastoreando no solo a los almonteños, sino a todo el pueblo de Dios rociero que en la noche mágica de su solemne traslado alfombrará el viejo camino de Los Llanos por donde pasará, ocultando su rostro hasta amanecer en el Chaparral, la Divina Doncella Viajera.

¿Es o no es el verano tiempo propicio para honrar a la Virgen? Seguro que no lo desaprovecharemos y nos veremos cualquiera de estos días cerca de alguna imagen de nuestra devoción siguiendo sus pasos, peregrinando con Ella, o formando parte de un apretado redil gobernados y guiados por su celestial cayado.


A todos, feliz verano (o lo que queda de él). Volveremos a encontrarnos en este blog cuando el verano decline, cuando un Lignum Crucis en un relicario nuevo manifieste la Cruz de la Redención a los pies de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Volveremos a  encontrarnos así que llegue septiembre.


jueves, 19 de julio de 2012

POR UNA VEZ Y SIN QUE SIRVA DE PRECEDENTE


Los drásticos recortes que el gobierno de la nación ha aplicado como medida  necesaria  para según ellos poder salir de la crisis, activar la economía y crear empleo, ha desatado un torrente de opiniones en las redes sociales, especialmente en Facebook.

Lo mismo que cada español llevamos dentro un seleccionador nacional, también llevamos un político, incluso a un presidente del gobierno que arreglaría esto de un plumazo. Así que, por una vez y sin que sirva de precedente, me gustaría expresar mi opinión en este espacio que en absoluto fue creado para la política, sino para algo mucho más noble para mí como son las cofradías y el conjunto de la Semana Santa.

Soy maestro de primaria, de eso vivo, esa fue desde siempre mi vocación, la política me ha interesado  en tertulias de café, y en el sagrado momento, (para mí la única y esencial grandeza de la democracia) de elegir a mis representantes con mi voto. Nunca he estado arrimado a ningún perol de partido político alguno, por eso tengo la absoluta libertad moral para decir de cada partido lo que me pueda venir en gana. Durante mi vida he votado a diferentes tendencias políticas, (¿quién no es revolucionario a los dieciocho y conservador a los cincuenta?). Todos, repito que todos, en alguna parte de sus incumplidos programas me han defraudado. Pero tengo memoria, y sé lo que cada uno ha dado de sí según mi forma de entender la política.

Quizás por eso me sorprende que se haya formado esta conmoción social por algo que no me digan que no se veía venir desde que el anterior gobierno empezara con los recortes, ahora agudizados hasta adquirir tintes dramáticos en muchos casos. ¿Pero alguien  en su sano juicio podía pensar que esto iba a ser fácil, con la situación económica que tenemos? ¿A  alguien se le escapa que nuestro país ha vivido demasiado tiempo por encima de sus posibilidades? Creo que no son tan criticables las medidas adoptadas por el gobierno como el hecho de no haber empezado primero ellos dando ejemplo, suprimiendo jubilaciones astronómicas, dietas de viajes,  dietas por alojamiento, móviles, transporte, tarjetas de crédito y un sinfín de prebendas, que si bien es verdad que los actuales gobernantes no crearon, tampoco han tenido agallas de suprimir, actuando como los anteriores, aunque solo fuera como un simple gesto de solidaridad con los ciudadanos que somos los que pagamos los platos rotos de la inutilidad de los políticos, y de los sesudos economistas que no han sabido parar este desastre .¿Cuántas veces se negó la crisis en la anterior legislatura? ¿Por qué no se tomaron medidas a tiempo? Porque lógicamente esas medidas, como ahora vemos, son dolorosas y tremendamente impopulares. Y primaba más conservar votantes que poner las bases de la recuperación económica. Y ahora, al nuevo gobierno le toca bailar con la más fea. ¿O es que alguien puede pensar que este gobierno hace esto para que nadie les vote más? Otra cosa es la idoneidad de las medidas, cuando hay tantas cosas donde recortar antes que echarle la carga a los de siempre. ¿Cuánto nos apostamos que cuando lleguen otra vez los socialistas no derogarán ninguna de las medidas impuestas por el PP, como Rajoy no va a derogar, por ejemplo, la ley del aborto de Zapatero? Ya lo veremos.

¿Que sobran políticos en esta cuatriplicidad de cargos, en esta inútil superposición de administraciones? ¿Qué es imposible para cualquier economía soportar, además del nacional, diecisiete gobiernos taifas? Eso lo sabe cualquiera, lo mismo que sobraban con anteriores gobiernos, desde la UCD. Pero nadie parece haberse quejado hasta ahora, al menos con tanta claridad.

¿Que la corrupción se pasea como Pedro por su casa por los partidos políticos? Claro está que sí; pero por todos: unos trajes en el PP, viajes y mariscadas en IU pagadas con dinero del erario público, desvío de dinero de los parados para pagar cocaína y prostíbulos en el PSOE…. Pero los medios de comunicación siempre han hecho más hincapié denunciando a unos más que a otros, y que conste que pienso, porque todos los conocemos, que en cualquier partido político hay gente honrada a carta cabal, pero no sé que les pasa que cuando se constituyen no en clase, sino en casta política, se transforman en cómplices de muchos desmanes, quizá por miedo a perder la bicoca que al parecer es eso de vivir de la política. Y ni que decir tiene que no todos tienen la misma capacidad, ni son igual de profesionales; ni tienen tampoco la misma abnegación en el trabajo.

Mención aparte merecería la distinta actitud de los sindicatos que mientras engrosaba el número de parados, negaban también la crisis aplaudiendo en el Congreso las medidas del gobierno anterior, cuando con este, desde el primer momento amenazaron con incendiar la calle (Sic). También ellos podrían solidarizarse con los ciudadanos reduciendo drásticamente el desproporcionado número de liberados sindicales, o suprimiendo el presupuesto para inútiles cursillos de formación contribuyendo así a aliviar la ingente cantidad de dinero subvencionado que les llega del Estado.

La izquierda siempre tuvo la habilidad de saber movilizar como nadie (recordemos los incidentes que sucedieron a los atentados del 11M, con el famoso “pásalo”, causa innegable de la llegada de D. José Luis Rodríguez Zapatero a la presidencia del gobierno. Al contrario  que la derecha, que tiene el problema de no saber explicar claramente las medidas que adopta. ¿Por qué no dicen claramente ya cuál es la situación económica que dejó el PSOE? Al menos yo todavía no lo sé.

Los medios de comunicación no tratan igual los errores de unos y de otros, negarlo sería negar la evidencia. No se corta con las mismas tijeras. Un miembro del PP, sin cargo institucional alguno, es pillado infraganti conduciendo con elevada tasa de alcohol, y tiene que dimitir como presidente de NNGG de la comunidad  de Madrid. Sin embargo ocurre lo mismo con un diputado socialista de la provincia de Huelva, y después de espetarle  al guardia civil que lo intercepta el consabido y muy franquista expresión de “usted no sabe con quién está hablando”, no dimite, y los medios de comunicación lo amparan con su silencio. O como la comprensión que se tiene con el problema de los mineros (y con algunas salvajadas de sus manifestaciones) mientras que cuando se cerraron los caladeros de pesca en Marruecos que hace desaparecer prácticamente la flota pesquera en Huelva apenas mereció la atención de los informativos nacionales, ni sindicales. Ejemplos hay para no parar de escribir. ¿Se acuerdan del tratamiento dado por la prensa afín al anterior gobierno del hundimiento del Prestige y al incendio forestal de Berrocal, mucho más grave? A Galicia la forraron de millones de euros, pero, ¿qué hicieron aquí?

España es un país difícil, muy difícil. De la confrontación entre bandos tenemos demasiados testimonios en nuestra historia, algunos relativamente recientes y que en vez de relegar al olvido, nos empeñamos en revitalizar y parece que nos gusta tenerlo a mano para arrojárnoslo a la cara. Con lo que siempre hemos sido capaces de hacer cuando nos lo hemos propuesto, cuando nos hemos unido por una causa común, como cuando guiados por S. M. el rey D. Juan Carlos fuimos capaces de realizar una transición modélica que fue la admiración de todo el mundo, y  nunca, sin ser temida, fue España tan respetada, dentro y fuera de nuestras fronteras.

 La democracia con sus defectos y sus carencias es, como se suele decir, el menos malo de los sistemas políticos, en nosotros está saber buscar en ella, en nuestra democracia, la forma de superar esta crisis que injustamente vemos recaer sobre quienes ninguna culpa tenemos, mientras los bancos se rescatan con dinero europeo y nuestros políticos y sindicatos siguen sin dar ejemplo de austeridad y, con la complicidad de grupos de presión mediáticos, dividiendo peligrosamente cada vez más a la nación.

Recuerdo, cuando su redacción, la agria discusión de los Padres de la Constitución sobre la inclusión, o exclusión (como al final sucedió) de la palabra Dios en el preámbulo de nuestra Carta Magna. A lo mejor es por eso estos despropósitos, porque Europa, con nosotros dentro, está  olvidando y abandonando a marchas forzadas sus orígenes cristianos, y nos gobiernan ignorando a Dios.

Somos un gran país, a pesar de muchos de sus políticos y de sus democráticamente necesarios partidos. Hay que tener esperanza. Y lo mismo que hay alumnos que aprenden a pesar de sus profesores, aprenderemos a salir de éstas y, con la ayuda de Dios a quien no podemos arrinconar, sin Nacionales Catolicismos, pero considerando nuestras raíces cristianas, lograremos mirar con optimismo al futuro que volverá a poner en su lugar a la nación más antigua de Europa, que a mí me gusta y no me da miedo ni reparo de  llamarla por su nombre: España.

jueves, 12 de julio de 2012

D. PERFECTO SANZ GUIJUELA


D. Perfecto es bajito, algo obeso y aun siendo relativamente joven, luce una alopecia bastante avanzada. Usa gafas con montura dorada y cristales ligeramente tintados de amarillo. Viste habitualmente, ¿cómo no?, pantalones grises, camisa blanca amarillenta o ligeramente celeste y corbata burdeos con el nudo más bien estrechito. Y por supuesto una chaqueta azul marino, casi siempre cruzada,  con los   botones dorados a juego con el escudo de solapa de la hermandad, y que parece que ya trajera puesta la caspa de serie; vamos, lo que se dice vestir con un look incuestionablemente rancio y cofradieramente correcto.

 En él confluyen todos los tópicos cofrades posibles: le gusta el pescaíto frito, la cerveza Cruzcampo, el tinto, las torrijas y vota al PP(o al menos eso dice votar).

D. Perfecto pertenece a cuatro o cinco cofradías en las que por descontado nunca ha hecho absolutamente nada productivo, al contrario, se ha beneficiado de ellas. En todas es conocida la enorme habilidad, el fino olfato intuitivo que tiene para enterarse de cuándo va a haber en la hermandad una visita de postín con su posterior ágape (antes copa de vino español), donde despelleja fraternalmente en Xto. a quien haga falta, para congraciarse con el hermano mayor en ejercicio al que incomprensiblemente tiene en un altar, contándole todos los chismes que quiere escuchar, y lo que es peor: contándole unos chistes absolutamente malos y antiguos que Sanz Guijuela ríe con risa de hiena y sonoras carcajadas. Es especialista en puñaladas traperas, ni que decir tiene que asestada por la espalda.

Todos conocen la proverbial  oportunidad de D. Perfecto para marcharse justo un minuto antes de finalizar la reunión y tener que pagar. Es en ese preciso momento cuando el mayordomo, que es un águila y no se le va una, hace un aparte con él en la secretaría para recordarle que debe algunos recibillos, a lo que él contesta lo de siempre,  que mañana mandará a alguien para pagarlos y que además dará un donativo para la saya que le están bordando a la Virgen. Por supuesto que el mayordomo no verá jamás ni las cuotas ni el donativo, y encima D. Perfecto, el insaciable, saldrá de la secretaría cargado con carteles, boletines y estampitas, gratis total, claro está. Si hasta algunas veces se lleva lo que sobra del ágape en un táper diciendo aquello de “es que es una pena que se estropee, y como se va a tirar...”. Así, su distinguida esposa Doña Patrocinio de las Llagas de Sanz Guijuela (de soltera Patrocinio de las Llagas Rojas) se encontrará la cena hecha y no tendrá ni que encender el microondas.

 Y es que ella echa de menos su vida de soltera al pertenecer a una buenísima familia con títulos, criadas con cofia, cocineras, mayordomos y mecánico particular que la traía y la llevaba en su viejo Hispano-Alemán. Esta noble procedencia de Doña Patro le valió, entre otras cosas, para colocar a su marido en un carguito de la Junta de Andalucía, con lo cual este singular cofrade lleva ya unos cuantos años jubilado en vida gracias a un oportunísimo ERE, así que tiene todo el tiempo del mundo para estar intrigando todo el santo día, en la casa  hermandad por la tarde, y en el bar de al lado de la capilla por la mañana.

La lentitud de este cofrade para sacar la cartera a la hora de pagar es inversamente proporcional a la velocidad de su eyaculación precoz, motivo y dolencia por la que quizá solo tenga un hijo, Pedrito Sanz Guijuela Llagas, apodado Pedro “el sanguinario” porque en el recreo  sangra todo lo que puede, lo mismo extorsiona un zumo que le curra a sus compañeros el Bollicao a cambio de una estampita de las que su papá se lleva a puñados de la hermandad, por supuesto sin pagar, porque eran las sobrantes del último quinario y, claro está, como llevan impresas la fecha ya no sirven para nada. Pedrito ya apunta maneras. Lo de siempre: de tal palo…

D. Augusto nunca ha estado en ninguna junta de gobierno, esa es su mayor frustración y su más ferviente anhelo, su razón de vivir,  y el motivo por el que acosa con chistes y maledicencias a quien le interese para ganarse el favor para su causa: llegar a ser lo que sea en alguna junta de gobierno.

 Y es que nadie nunca ha confiado en él. Pero mira por dónde, degenerando, degenerando, el hermano mayor actual (otro perfecto inútil) lo va a meter con calzador en su junta como agradecimiento a la inquebrantable lealtad de su amigo y adulador, y porque lo tiene informado del hilo al pabilo de todo lo que acontece en las cofradías, y de lo que no son las cofradías, de las cloacas de cada hermandad, de las cañerías del Consejo; hasta del rumor del embarazo de penalti de Sarita Salida, a la que la lengua viperina de D. Perfecto llama Zorrita Salida, una niñata que apoyaba a cierto maromo de la otra candidatura…..Así que por fin va a entrar en la junta para sustituir a Paquito, un oficial que ha decidido salir del almacén, porque de gordo que es no cabía en ningún armario, y se va a ir de activista a una nueva O.N.G., Estilistas Sin Fronteras.

Ya se han colmado sus anhelos. Ya D. Augusto destila felicidad por los poros de su piel que le transpira por los sobacos de su  blazer azul y Dña. Patrocinio supura alegría por todas sus llagas. Ya se ha hecho justicia en las cofradías. Ya se ve la mañana de Corpus saludando vara en mano, y al lado del guión con otra vara el día de la protestación de fe; ya se ve representando en el Consejo  a su mentor, cuando al desastroso hermano mayor no le interese ir, y dando codazos para ser el primero en besuquear hasta el baboseo el pastoral anillo del obispo en la próxima audiencia. Ya sueña alguna salida extraordinaria para poder pasearse a cara descubierta delante del paso, y siente que se le va la vida precozmente de placer figurándose en un plató de televisión explicando los actos extraordinarios de su hermandad, y del farde que se van a pegar Dña. Patrocinio en las reuniones de las camaristas y de las damas del ropero de la Virgen, y Pedrito en el recreo del cole.

 Pero esto merecería un capítulo aparte, o dos, o un libro entero. Porque el ego de San Guijuela no tiene medida, es insaciable. Él solo mide y cicatea si hay que poner dinero de su bolsillo para algo; pero si se trata del presupuesto de la hermandad, lo que haga falta y hubiera menester.
Así de desprendido es D. Perfecto; así de perfectos son algunos, pocos, personajillos (pero que haber, haylos) que se mueven el inframundo de las cofradías

Los más jóvenes puede que no; pero los que ya peinamos canas (si no nos las hemos teñido con Eva Color nº5 o con Just For Men) no tendremos problemas, con las lógicas exageraciones de una caricatura, en ponerles nombres y apellidos, ¿a que no?

jueves, 5 de julio de 2012

SE BUSCA ENTRENADOR CUALIFICADO


Lo escribo ahora que aún no se han celebrado las elecciones y ni siquiera se sabe todavía a ciencia cierta el candidato o candidatos que concurrirán en ellas. Encontrar a un cofrade con el perfil idóneo para presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de la Ciudad de Huelva no debe ser muy difícil… Siempre y cuando supiéramos qué es lo que queremos y qué deben ser las cofradías en el primer tercio del siglo XXI.Y todavía más; si supiéramos el estilo de juego que quisiera imprimir al grupo humano que acompañe a ese presidente, pues como en el fútbol, el equipo es tan o más decisivo que el entrenador, digo que el propio presidente.

El nuevo presidente, como un entrenador cualquiera que se precie, deberá buscar un equipo que sepa resolver. Necesitará de un Sergio Ramos que corrija a quién no hable el mismo idioma común, que llame a las cosas por su verdadero nombre. Un poné, que sepa decir que las cofradías son Iglesia de Dios en Huelva, y no otra cosa.

Deberá buscar a alguien que por supuesto  juegue, que marque, un Cesc; pero al que habría que recortarle su afición por sacar banderas particulares, es decir, a todo aquel que mirara más por su propia  hermandad que por el conjunto de la Semana Santa. Que ejemplos hemos tenido.

Le haría falta alguien que con humildad huyera de los focos, del relumbrón; pero que hiciera su trabajo mejor que nadie, como un Iniesta (de mi vida), y que discretamente, con su labor callada fuera capaz, por ejemplo, de poner en orden una carrera oficial que no satisface a nadie y que tendría muy fácil arreglo con un poco de buena voluntad y un mucho de inteligencia para aunar criterios.

También algún cofrade que le ordenara el juego en el campo y que supiera hacer grupo como Xabi Alonso, y que por primera vez en nuestra vida fuéramos coordinados hacia un mismo fin común, que no debería ser otro que el bien de las cofradías, sin personalismos, sin individualidades.

Debería buscar a alguien crucial para nuestros intereses,  un capitán carismático, un Casillas que supiera parar los balonazos que desde tantos ángulos se dirigen a nuestra portería y mantuviera a raya a los que se quieren beneficiar de las cofradías, y hacer valer su peso específico ante algunos políticos que colocan a las cofradías a la misma altura que el carnaval o un equipo de petanca, por lo menos a la hora de la verdad, es decir, a la hora de la subvención, y no creo yo que sea justo, equitativo, ni evidente. E incluso también a cierto sector del clero onubense, haciéndole ver que las cofradías no son el enemigo, que ese torrente de piedad popular debidamente encauzado supone (como siempre ha sido) un patrimonio espiritual, tradicionalmente fiel y positivo para la Iglesia.

Ah, y algo tremendamente importante, buscar a una Sara Carbonero, o a unos Manolos que supiera explicar a todos los medios por igual y con transparencia cada decisión que tomara el Consejo, sin sesgos ni maquiavélicas interpretaciones, y que consiguiera difundir los valores de nuestra Semana Santa, que parece que últimamente solo se saca a la luz nuestras miserias (las de unos más que las de otros) y encima hay quien gana dinero con esto.

Necesitamos, nos urge un Vicente del Bosque que con su seriedad (le perdonaríamos la cara de estaca) lograra elevar el tono, el prestigio de la fiesta más participativa de la ciudad. Nos apremia alguien, hombre de Iglesia a ser posible, que liderara el cambio definitivo que el Consejo necesita como suma de nuestras cofradías, y que no caiga en la tentación de hacer de este Consejo la cofradía número veintiséis.

O esto, o volveremos a las andadas de que  otra vez nos echen para casa en cuartos de final. No nos podemos permitir perder más el tiempo.

La afición, los cofrades estamos dispuestos a hacerle la ola a quién lo consiga; e incluso cantar en vez de eso de “yo soy español”, yo soy cofrade, sin complejos, con legítimo y sano orgullo. A ver quién se anima. Ánimo y “a por ellos, oeeeee……”

PD: Como quiera que soy, más que ateo, agnóstico del fútbol, no hubiera sido capaz de escribir este artículo sin la ayuda de mis hijos, fervorosos forofos de la Selección Nacional Española (la Roja me suena a señora mala, malísima para las cofradías y la Iglesia, y nunca la llamo así). Ergo el mérito es de ellos.

jueves, 28 de junio de 2012

ISLA CRISTINA, QUÉ HERMOSA ERES…


                      

Venía costeando el barco donde viajaba  S. M. el rey D. Alfonso XII con su segunda esposa, la Reina Cristina, y al preguntarle ésta que de quién era la isla que aparecía frente a ellos, dicen que el rey le contestó: ”Tuya, Cristina”.

¿Cuántas veces, y sin ningún rigor histórico, habré oído en mi casa esta explicación para el nombre de uno de los más bonitos rincones de nuestra geografía? ¿Cuántas veces sueño con una Isla Cristina idealizada con el correr del tiempo, de perfiles azules y blancos cegadores? ¿Cuántas veces la memoria de la infancia reverdece en la imagen de un pueblo al que el corazón me pide volver?

Y vuelvo; claro que vuelvo. Y me rencuentro en la vieja estación de Pozo del Camino bajando del ferrobús, subiendo a la mítica “cachonda” que, destartalada y lenta, me lleva camino de la Higuerita. Me recibe el tablero a cuadros con reflejos  plata y nácar de las salinas, y un puente de hierro, y un río Carreras, Rubicón de la nostalgia, que me devuelve definitivamente al paraíso perdido de la niñez, dejando antes de cruzarlo, en esta orilla, el tiempo de la ausencia.

A partir de ahí, Isla Cristina es una casa en la calle Cervantes, con patio, pozo y corral, que daba a un zapar por donde se colaba siempre el olor a marea y, de vez en cuando, hasta la misma marea. Es mañana de verano en la playa y tarde de invierno con olor a alhucema al calor de una copa de cisco.

Me lleva de la mano una tarde de Domingo de Ramos con una palma inmensa delante de La Mulita; me sienta en un banco de hierro en el paseo del Chocolate el martes santo para ver pasar a la Buena Muerte, y me lanza como una vela de promesa, casi consumida, a los pies del Gran Poder al recogerse la mañana del Viernes.

Hace que madrugue para llevar a cocer al horno de la panadería una coca amasada en casa. Me alimenta de tejeringos ensartados en una hoja de palma o en un alambre; o con las tortitas que vendía con su carro ambulante una anciana al final del paseo de las Palmeras; o con dulces de Pavón; o con la raya en pimentón de un chiringo, casi a pie de playa, entre los matorrales de la Punta del Morán. Sacia mi sed de calor antigua con el agua que recogía en la fuente que, con los chorros manando de la boca de dos leones, había detrás del Ayuntamiento viejo. Y perfuma mi recuerdo un arriate con hierbabuena y un limonero nuevo.

Me embruja con el brillo de charol en la humedad del pavimento en las noches de humedad por la calle de la Ermita; me fascina con las luces de colores entre los eucaliptos una noche de baile en el Plantío. Me hace aventurero al alejarme de casa con los amigos cruzando el Matapiojos camino de la Casita azul.

Hace que me enamore del cine en el  Gran Vía, el de Félix, y del carnaval en noches de teatro, fiesta que se adentraba en nosotros con el derroche cromático de una cabalgata por la calle España. Me disfraza de pierrot, me hace llorar de risa en el entierro de la sardina y bailar con las primeras niñas un Domingo de Piñata en la plaza de las Flores, donde se quedaban flotando en el agua de la fuente, junto a los peces corales, los últimos papelillos del carnaval.

Me hacía rezar a la Virgen de El Carmen en noches de tormenta, a la luz de una mariposa ardiendo en un tazón de aceite y oyendo en  la costera noticias del barco esperado, hasta que con los relámpagos la luz eléctrica se iba y se encendía el quinqué de petróleo comprado en la feria de Villarreal y, al final, sobre el retumbo del trueno, la misma jaculatoria de siempre:…” y que la Virgen del Carmen los ampare con su manto”, ese mismo manto blanco que veía alejarse cada dieciséis de julio en un barco desde el muelle, entre fuegos artificiales.

Isla Cristina es también medida de la tristeza lanzada al aire, como el palo de una billarda en el luto humilde por seres queridos en una tumba, tan lejos y tan cerca de la opulencia del panteón de la Gildita. Es Rosario sencillo un siete de octubre y brillo, brillo radiante de un mar que se quiere y que a veces, cobarde y traicionero, se hace odiar.

Eres, mi perdida Higuerita, un recuerdo viejo (más que el tejao de la Coscona) con brillos nuevos de renacidos esplendores, como reinventada, como resurgida  de ti misma. Y eres marisqueo en la orilla limpia de tus playas, y pies negros en el fango del río, y sombra fresca de árboles en la orilla, y otra vez la luz, ahora la indefinible luz del atardecer en el muelle, entre nasas de barro, artes de pesca y viejos sentados cosiendo redes.

  Y eres, por fin, como un recóndito tesoro guardado en el alma, el retorno definitivo al tiempo más feliz, tiempo que se mece en el sueño al compás de un pasodoble que te dice, ahora y siempre,  lo hermosa que eres, Isla Cristina, como una perla que brota del mar…






jueves, 21 de junio de 2012

UN REBROTE PANDÉMICO


      

A ver cómo escribo yo esto sin que nadie se me tire a la yugular antes de tiempo. A ver cómo me puedo explicar sin herir a nadie, pero diciendo todo lo que pienso sobre el nuevo rebrote de esta especie de epidemia, casi pandemia por su rápida propagación, que convendremos en llamar Hispalifobia, y que después de tantos años  ya creíamos  erradicada como la viruela loca. Pero vuelve a aparecer, sobre todo en la población más joven. Será por falta de vacunación, causa sin duda de los recortes en Sanidad, si no, no se entendería.

Resulta que los onubenses de la capital somos muy dados a apropiarnos de lo que no es exactamente nuestro. Hablamos de nuestras playas cuando en realidad, a excepción de la del Espigón (a ver quién tiene calzones, Meybas por supuesto, de bañarse en la Punta del Sebo). Y es que Huelva como tal, no tiene playa (vaya, vaya… Ya empezamos). Alardeamos de los jamones de Jabugo cuando en la capital, que yo recuerde, jamás hubo  fábrica de este apreciado producto  que cualquiera que nos escuche se creerá que el polígono Polirrosa o el de San Sebastían están llenos de secaderos y curaderos de jamones, cuyo reino natural está en nuestra  sierra, no en la capital (¿veis?, ya me apropié de la Sierra). Nos vanagloriamos de los vinos, ¿alguien ha visto aquí alguna bodega llena de botas donde se críe o envejezca el caldo? En Huelva el mosto es de Gibraleón, el fino o el solera de La Palma y Bollullos, y el mistela de Moguer. Aquí las gambas son de la costa (así nos metemos todos); pero las coquinas son de Punta Umbría, la mojama de Ayamonte y la coca (la de dulce digo) de Isla Cristina.

 Nos volcamos y no reparamos en gastos para asistir masivamente a la más hermosa y  universal de las romerías, la de El Rocío, pero que pertenece y se celebra en honor de la patrona de Almonte, no de la de Huelva, y que con razón nos tienen que recordar de vez en cuando los almonteños. Hablamos sin propiedad de lo que en realidad es patrimonio de otras localidades.

 Nos arrogamos la gesta del Descubrimiento de tal manera que Colón parece que  en vez de salir de Palos de la Frontera zarpó de la Playa La Gilda, y que Juan Ramón Jiménez escribió Platero y yo sentado en un banco de la Plaza de las Monjas, ¿es que Palos y  Moguer no existen? Tenemos esa joía manía de  no discriminar, de no distinguir la Huelva capital de la Huelva provincia. De la que por supuesto nos sentimos más que orgullosos.

 Siempre habrá quién para defenderse esgrima el espíritu provincial, con ese buenismo tan propio  de quienes  se creen superiores. Claro que el cariño es recíproco  y  la inmensa mayoría de los pueblos de nuestra provincia siempre han menospreciado, cuando no ninguneado o  puenteado a la capital según les haya interesado, especialmente con la capital de Andalucía, y sobre todo en cuanto al comercio. Todavía recuerdo con bochorno cuando por los altavoces de El Corte Inglés de Sevilla se felicitaba a los clientes de Huelva por el día del San Sebastián, día que al ser festivo en nuestra cuidad muchos aprovechaban para ir de compras al ser laborable en la ciudad innombrable para algunos, pero que luego daba tonillo si tenías un pisito allí alquilado, o adquirido, para que estudiaran los niños. Ese pretendido espíritu provincial, si alguna vez ha existido, que se manifieste, porque nunca lo he visto. No intentemos abarcar con el pretexto capitalino  lo que no es nuestro, para eso ya está la Diputación haciéndolo al revés.


Luego también nos encanta  organizar una caravana de coches y banderas en cuantito que el Real Madrid o el Barcelona ganan algo, y hasta nos bañamos en la fuente de los bomberos como si hubiéramos nacido en  el mismísimo paseo de Gracia barcelonés o en el muy castizo de Chamberí, en Madrid.  Pero arremetemos contra el cofrade onubense que diga gustarle la Semana Santa de Sevilla, como si eso tuviera que conllevar obligatoriamente el desprecio por la de Huelva, o por Huelva, y nada más lejos de la realidad.

He conocido  y conozco a buenos onubenses, a grandes cofrades, de los históricos y de los de ahora, con una más que probada devoción por sus imágenes y denodado trabajo por la Semana Santa de Huelva  en general. Pero profesando al mismo tiempo una rendida admiración por las cofradías de Sevilla, y han querido para ellas, para las de Huelva, su mismo esplendor.

 Si nuestros pasos intentan andar como los de allí, caminan con marchas con nombres de las imágenes de allí, y si además se visten como las de allí; si nos pirramos por sacar un paso, o tocar un martillito de allí, si para levantar un paso se dice la misma arenga (vulgo tonterías) que allí, si las bandas se uniforman como las de allí, si tenemos cofradías aquí inspiradas  (cuando no fusiladas de cruz de guía a manto)  en las de allí, si copiamos gestos, petaladas, piropos, adorno en balcones como lo hacen allí; si lees una convocatoria de cultos de aquí y podría estar perfectamente pegadas en cualquier cancel de allí, y miles de cosas más importadas de allí, ¿por qué no nos dejamos de tanta trochería (vocablo netamente choquero) y somos más realistas? ¿A qué cofradías se van a parecer las de Huelva, a las de Jumilla o a las de Murcia, con la Semana Santa más importante del mundo a un tiro de Damas? Es como si nuestras romerías (y dale con nuestras)  en vez de parecerse a la del Rocío se parecieran a la de Santa Marta de Hortigueira, o a la de  Pobra Do Caramiñal, esa romería tan alegrita que sacan un ataúd en procesión, allí en Galicia

Muchas veces pienso que  lo mejor que ha hecho en su historia la Junta de Andalucía es ponernos a 45 minutos de la Semana Santa de Sevilla por  la a-49, al alcance de todos. A ver si yendo y viendo se nos va curando la Hispalifobia  Onubensis, porque es perfectamente compatible la devoción y la entrega a la Semana Santa de Huelva con la admiración por las cofradías de Sevilla en muchos aspectos, de ninguna manera en todos, ni muchísimo menos en todos; pero un buen espejo donde poder mirarnos.

jueves, 14 de junio de 2012

UN DETALLE EN EL ROCÍO


Vaya por delante que no soy rociero. Quizá porque mi familia y  mi círculo de amigos nunca lo fueron. Pero no creo que haya en el mundo nadie a quien le guste la Virgen del Rocío más que a mí, ni que sienta la fascinación que me produce la Sagrada Triangulación de su bendita imagen donde parece cohabitar la Trinidad Santa. Y en medio, enmarcado en un rostrillo, el sol sin ocaso de su rostro, como de porcelana antigua, siempre con brillos nuevos. No creo que a nadie le embelese más; a lo sumo, igual que a mi.

 Tampoco nunca hice el camino, ni pasé la Romería en la aldea. Algún rosario de antorchas, alguna presentación de hermandades ante la Virgen, y un par de procesiones el Lunes por la mañana, y poco más; ese es todo mi bagaje rociero. Mi Rocío es la Virgen.

 Las televisiones, que en un momento determinado pudieron hacerle algún daño al Rocío y que también han contribuido a la propagación de esta universal devoción, son mis principales fuentes de alimentación y de información de esta inigualable romería. Por el excepcional trabajo de las televisiones locales se llena mi casa el día de la presentación ante la Hermandad Matriz, del colorido de las flores de papel picado de los carros de Huelva y Emigrantes, de la sinceridad de Gines; se detiene el tiempo con el cajón del simpecado de Umbrete,  reverbera en la memoria recuerdos de una fundación en las islas con el exotismo del carretón de las Palmas, con la especial belleza de la de la Palma… Se nubla con el humo de las bengalas vedes y rojas en el rosario chico, y me desespero a la espera del simpecado de la Hermandad Matriz a la vuelta del rosario de las Hermandades para ver volar de madrugada a la Blanca Paloma, a la Virgen en brazos y a hombros de Almonte, este año especialmente bien retransmitida y comentada por Canal Sur.

Y también asisto como un romero más a la misa del Real. Y es allí, en esa multitudinaria asamblea de fe donde este año aprecié un simple detalle que recogieron casi de refilón las cámaras, pero que proclama el celo eucarístico, el cuidado, la delicadeza, el mimo que la Hermandad Matriz de Almonte pone no solo en las cosas de la Virgen, sino en todo lo que está bajo su dirección, custodia y organización.

Resulta que una vez terminada la comunión, casi a punto de impartir la bendición solemne de Pentecostés, el Obispo de Huelva, el Excmo. Y Rvdmo. Sr. D. José Vilaplana Blasco se dispone a proclamar el Año Jubilar Mariano en el Rocío. De pronto, detiene su alocución, se descubre y reverentemente (lo mismo que el cardenal Sistach y el resto de concelebrantes) se inclina ante Su Divina Majestad que era llevado hasta la reserva en la capilla sacramental del santuario por un sacerdote, cubierto con un paño humeral, precedido de luces y con una esquila anunciando su Real Presencia.

Esa aparente nimiedad proclama, al menos a mi parecer, que la Matriz está para mucho más que para tocar las palmas y cantar sevillanas. Ese delicado gesto a la hora de retirar del altar al Santísimo Sacramento habla por sí mismo de que esta hermandad sabe abstrerse en el momento del Pontifical de todo lo que la rodea y dotar a la celebración central de la romería del mayor esplendor posible. Diáconos, subdiáconos, damáticas rojas, los ambones, los copones para la distribución de la comunión, ciriales, un paño de altar excepcional… Todo lo mejor para la celebración eucarística, centro y razón de nuestra fe.

Así se hacen las cosas. De esta manera se arman de razones para todo lo demás, y no es cuestión de justificar nada, pues el amor desmedido de Almonte hacia su Patrona, hacia su auténtica Reina, a su verdadera Madre, mirando a su bendito rostro se justifica solo.

Ahí tenéis como la Hermandad Matriz de Almonte es mucho más que cante, baile y vivas a la Virgen. Y lo volverá a demostrar cuando agosto labre una catedral de papel blanco y dorado para recibir a una Doncella Viajera, a esa Dama del Camino, a una Divina Pastora, a esa Reina Marismeña que durante nueve meses trasladará su corte a su pueblo y pondrá su trono en Almonte, aunque ya lo tenga en el corazón de sus hijos. Mientras, sobre un cielo de pergamino, un ángel sostendrá una leyenda escrita con la tinta azul del agua de un lucio de Doñana, donde dice con el latín solemne de la antigua devoción esta sentida jaculatoria: Regina Roris, ora pro nobis.

Dice mi amigo Fran, almonteño y hombre de la Virgen, que después del resultado de la magistral procesión de este año, que ahora todo el mundo quiere ser de Almonte. No me extraña, Fran. Viendo cómo hace las cosas, las de la Virgen y las del altar, la Hermandad Matriz, yo también me apunto.